Ubicado en el paisaje de San Luis de Santo Domingo de Heredia, este proyecto residencial de 200 m² se diseñó para responder directamente a un desafío topográfico particular: una pendiente negativa pronunciada con respecto a la vía principal. Esta condición, en lugar de ser una limitante, se convirtió en la principal oportunidad de diseño, dando forma a una vivienda de dos plantas con una distribución invertida y un carácter único.

El diseño, finalizado en 2022 y construido en 2023, sitúa el acceso principal y las áreas sociales en el segundo nivel, a ras de calle. Esta planta alberga un espacio abierto que integra la sala, el comedor y la cocina. Adicionalmente, cuenta con una terraza diseñada para aprovechar las impresionantes vistas hacia el Parque Nacional Braulio Carrillo, maximizando la conexión con el exterior. Descendiendo al nivel inferior, se encuentra la zona privada de la casa, que consta de tres dormitorios y dos baños completos, ofreciendo un refugio más íntimo y conectado con la parte baja del terreno.

La estética de la residencia es una audaz mezcla de lo industrial y lo rústico. La decisión de dejar el bloque de concreto expuesto en muros interiores y exteriores aporta una textura cruda y honesta al proyecto. Este acabado se contrasta deliberadamente con vigas estructurales pintadas en colores cálidos, que añaden acentos de vitalidad y calidez. Para acentuar el toque industrial, los cielos se dejaron expuestos y se pintaron de negro, creando un fondo dramático que unifica los espacios y resalta la paleta de materiales.